miércoles, 17 de junio de 2009

Iglesia Episcopal, mi experiencia.

Iglesia Episcopal

El pasado domingo 7 de junio tuve la oportunidad de participar de una misa en la Iglesia Episcopal, la cual se ha vuelto muy famosa después del escándalo del Padre Alberto Cuttie y su traslado a dicha Iglesia.

Mi hijastro puede tocar varios instrumentos musicales por lo que fue invitado por el coro a tocar en la misa del pasado domingo, al principio no sabía a qué iglesia era, él me había dicho que era para una iglesia católica (el nunca había ido a una iglesia que no fuera musulmana, La Mesquita) por lo que le dije que averiguara bien la ubicación y todo ese asunto para llevarlo y fue cuando me dijo que era la Iglesia Episcopal de Cristo, y me entro la curiosidad de cómo era esta iglesia en comparación con las Iglesia Católica Romana que he conocido desde mi niñez. Entonces, me entusiasmé en acompañarle.

Quiero compartir con ustedes mi experiencia. La diferencia realmente no es mucha.

Llegamos como a las 9:20 am para que hijastro pudiera practicar antes con el grupo, entramos por una de las puertas del lado del parqueo, allí inmediatamente había una sala de lectura, parecida a una pequeña biblioteca, otra salita de estar y varios pasillos, como no encontramos a nadie, pero si podíamos escuchar la música, pues la seguimos hasta llegar a la sacristía, allí estaban los músicos, los trajes o sotanas de las sacerdotes y varios instrumentos musicales, biblias, etc.

Mientras esperaba me di una vueltica por los alrededores de la iglesia, para “curiociar” un poco. Abrí una puerta y comencé caminando por detrás donde me encontré un patio muy amplio y hermoso, un jardín de vegetales y flores, y un parquecito para los niños con columpios y demás juegos al estilo Mc Donals (la iglesia tiene personas que cuidan los niños mientras los padres están en la misa), seguí caminando y me encontré con un amplio parqueo y varios carteles indicando donde queda cada espacio, todo bien señalizado. Caminando llegue otra vez al frente de la iglesia, me di cuenta porque ya comenzaban a llegar los fieles, muchas parejas de ancianos y familias completas con sus niños. También tienen una sala de cambio de pañales para bebes y niños pequeños.

Como todavía estaba temprano decidí seguir mirando alrededor del otro lado de la iglesia, allí me encontré con un jardín de memorias, donde había placas por todos los sacerdotes (me imagino) que ya no estaban, todas tenían un nombre y dos fechas (nacimiento y muerte) y a un lado una escultura en hierro medio extraña, pero todo muy organizado, limpio y bonito.

Luego entre a la iglesia ya era casi tiempo de empezar, me senté no muy cerca ni muy lejos del frente (quería estar atenta a todo), de inmediato vi que los asientos tenían unos contenedores en la parte de atrás (uno amplio y otro pequeño) en los amplios habían tres libros (dos rojos y uno azul), yo no tenía ni idea, pero me imagine que eran biblias, y los pequeños tenían sobres y lápices, obviamente para las ofrendas personales.

La misa comenzó a las 10:00 am (en punto) con el coro de invitados incluyendo mi hijastro tocando. Luego escuche una voz que venía desde atrás, y me voltee un poco disimulando para ver de qué se trataba, pero nadie estaba volteado, así que volví a mi posición original pero ya sabía que venían ahí dos monaguillos y una monaguillo hembra, detrás de ellos había una mujer también con sotana, que me imagino era una ministro y detrás de ellos el sacerdote, todos caminado hacia el altar.

Luego, un músico, que era gay, tocaba el piano y cantaba, mientras los fieles buscaban en frente de sus asientos el libro azul, entonces me di cuenta ese libro era de música y los otros dos eran biblias ya que cuando comenzó a hablar el padre decía qué pasaje de la biblia iba a leer para que todos leyeran en conjunto.

Comenzó a leer la primera lectura una doña que aunque el sacerdote tuvo que buscarle la pagina dos veces leyó muy bien, luego la segunda lectura, también el sacerdote tuvo que pararse a buscarle la pagina de nuevo y al final el evangelio que fue muy diferente, los monaguillos tomaron un libro del altar (La Biblia) que parecía un libro de oro, lo tomaron y caminaron hasta el medio del pasillo, allí llego una sacerdote, creo, porque estaba vestida igual al sacerdote. Y lo leyó y lo devolvió a los moguillos quienes lo pusieron otra vez en el altar.

En la iglesia Católica Romana, lo que debería seguir es la Homilía, que es cuando el sacerdote explica la palabra a los fieles, pero no fue así, ella tenía un discurso preparado, cosas que había vivido en otra ciudad, el apoyo de los gay y las lesbianas a la iglesia y un sueño de una amiga que le había dicho que ella fue elegida Papa de la iglesia, raro no? Me quede esperando la explicación de la palabra, que me hablen de Jesús y la enseñanza que nos deja la palabra.

Luego, hicieron los anuncios o avisos de la iglesia, eventos, etc. (en la Católica Romana lo hacemos al final de la misa) y nos invitaron a todos a disfrutar de una limonada fuera después de la misa.

Entonces, la ministro comenzó a hacer la oración de los fieles y el sacerdote continuo con la parte de la Liturgia Eucarística, bendijo el pan y el vino y llamo a todo el mundo al altar a recibir el cuerpo y sangre de Cristo. Los monaguillos cerraron una pequeña cerca entre el altar y el frente y colocaron unos cojines en frente de la cerca, dentro de esta estaban los monaguillos, la ministro, la y el sacerdote. Entonces los fieles “todos” incluyendo niños, pasaban en fila y por parte a recibir la comunión. En la iglesia Católica Romana, solo puede recibirla quien haya hecho la primera comunión y después de ésta, si no está en pecado o no se haya confesado en un largo tiempo. El sacerdote dijo, así como Jesús invitó a todos a recibir su cuerpo y sangre, así también nosotros lo hacemos. Yo lo pensé dos veces, pero no me atreví porque hace más de 5 años que no voy a misa los domingos, y me sentía que no estaba bien que lo tomara. La fila tenia espacio para 7-9 personas arrodillarse, el padre pasaba con la ostia y la ponía en sus manos y la ministro pasaba con la copa de vino, los fieles mojaban un poco el pan en el cáliz con el vino y lo comían, se paraban y pasaban los demás 7-9 fieles, así pasó hasta que todos, excluyéndome, habían tomado el pan y vino.

Luego llego el momento de darse la paz, allí conocí a Mary Jane, una anciana que me dijo, nos estas visitando hoy? Mucho gusto, bienvenida a nuestra iglesia, y luego dos señoras más me dijeron lo mismo, Eres nueva? No te había visto por aquí… Claro si era la única latina a la vista no podían olvidar mi rostro. Mas todas muy amables y sonrientes.

Al final el padre bendijo a los fieles y dijo vayan con Dios. Entonces se quito la sotana que va encima y camino hacia la salida, allí espero a sus fieles para tomarse una refrescante limonada. Yo caminé hacia el parqueo y partí. Muy bonita experiencia. Sin embargo, me sigue gustando más mi Iglesia Católica Romana.

Que Dios los bendiga.